Pastoral 30 de Julio - Ap. Alberto Magno Sales de Oliveira
¡Decidiendo por el Rescate de Nuestra Nación!
“¿Por qué se amotinan las gentes, y los pueblos piensan cosas vanas?
Se levantarán los reyes de la tierra, y príncipes consultarán unidos contra Jehová y contra su ungido, diciendo:
Rompamos sus ligaduras, y echemos de nosotros sus cuerdas. El que mora en los cielos se reirá; el Señor se burlará de ellos. Luego hablará a ellos en su furor, y los turbará con su ira. Pero yo he puesto mi rey sobre Sion, mi santo monte.
Yo publicaré el decreto; Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú;
Yo te engendré hoy.
Pídeme, y te daré por herencia las naciones, y como posesión tuya los confines de la tierra.
Los quebrantarás con vara de hierro; como vasija de alfarero los desmenuzarás.
Ahora, pues, oh reyes, sed prudentes; admitid amonestación, jueces de la tierra.
Servid a Jehová con temor, y alegraos con temblor. Honrad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino; pues se inflama de pronto su ira.
Bienaventurados todos los que en él confían.”
(Salmo 2)
¡Amados discípulos del Señor Jesús!
Nuestro Dios está sacudiendo a las naciones de la Tierra. De manera dramática vemos delante de nuestros ojos cómo suceden cosas impensadas e increíbles. En el año 2001, uno de los símbolos del mundo occidental, el World Trade Center de Nueva York se convirtió en una montaña de escombros, después de un ataque terrorista perpetrado por extremistas islámicos. Miles murieron entre los hierros retorcidos. En unos minutos, todo lo que nos pareció seguro e inconmovible se transformó, fue sacudido. En enero del 2022 hemos contemplado el desaparecimiento de una isla, luego de la erupción volcánica más impresionante de los últimos tiempos.
Esto vale para todas las naciones, pero en especial también para Bolivia, justo en su mes aniversario. Lo que está muy claro para nosotros es que el futuro de nuestro país está cada vez más en las manos del pueblo de Dios, en las manos de los cristianos que oran y se levantan para tomar posesión de este bendito territorio de conquista. Por esta razón, no hay tiempo que perder, ya que estamos a las puertas del XVIII Congreso de Rescate de la Nación – “Que Venga Tu Reino”.
La pregunta que es clave y que se plantea a toda la Iglesia del Señor Jesús es: ¿reconocemos las señales de los tiempos? ¿Estamos dispuestos a responder afirmativamente al llamamiento a una beligerancia en la oración guerrera y al ayuno por el rescate de nuestra tierra, a fin de que el Todopoderoso la cambie y la sane de todo mal? Solamente al responder afirmativamente a estas preguntas es que estaremos en condiciones de asumir una estrategia de conquista de nuestro territorio para el Reino de Dios. Y esta es tarea para toda la Iglesia del Señor Jesús en cada rincón de nuestra Bolivia, una Iglesia entendida en las señales de los tiempos y decidida a olvidar las barreras denominaciones y eclesiásticas y nuestros prejuicios e intereses particulares, para poder ser un instrumento poderoso en las Manos del Eterno en nuestra generación y para este cometido.
Dios quiere llenar la Nación de hijos Suyos. Hijos que saturen los aires de Bolivia con incienso de clamor e intercesión, pues solamente de esta manera se destruirá la nube de tinieblas que cubre al país, y únicamente así la Luz del Señor Jesús se abrirá camino.
Estamos, muy expectantes sobre lo que nos dará el Señor nuestro Dios en este Congreso de Rescate. Estaremos así, celebrando un año más de existencia de nuestra Bolivia, decretando que “Venga el Reino de Dios” a cada ciudad, provincia y departamento de nuestro país. Recibiremos esta semana al bendito contingente de los hombres y mujeres de Dios que acudirán al Toque del Shofar de Dios, convocándonos a reunirnos en una Santa Asamblea en que decidiremos los destinos de nuestra Nación.
Contamos con la ayuda sobrenatural del Espíritu Santo de Dios trabajando en las vidas de los apóstoles, pastores, líderes de células y discípulos en general que se presenten para este tiempo de refrigerio y despertar espiritual que nos promueva a niveles mayores de conquista en nuestro país. Será un tiempo muy especial de unidad en la Presencia del Señor de nuestras vidas.
En el Amor del Señor y en la Lucha por el Reino, Alberto Magno y Gladys de Sales, sus pastores.