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Pastoral 25 JUNIO 2023

Pastoral 25 de Junio - Ap. Alberto Magno Sales de Oliveira

¡Celebrando 76 Años de Bendecida Existencia!

El precioso Salmo 115 empieza declarando a Quién debemos rendir toda la gloria y toda la honra – al Nombre de Jehová, Dios nuestro. Y creemos que no hay ocasión más propicia para este fin que el tiempo del aniversario de una Iglesia cristiana. Es por eso que instamos a todos y a cada uno de nosotros a centrarnos en nuestro Hacedor para rendirle toda la gloria que Le es debida en estos 76 aniversarios.

¡Celebrando 76 Años de Bendecida Existencia!

Salmo 115

  No a nosotros, oh Jehová, no a nosotros, sino a tu nombre da gloria, por tu misericordia, por tu verdad. ¿Por qué han de decir las gentes: ¿Dónde está ahora su Dios? Nuestro Dios está en los cielos; todo lo que quiso ha hecho. Los ídolos de ellos son plata y oro, obra de manos de hombres. Tienen boca, mas no hablan; tienen ojos, mas no ven; Orejas tienen, mas no oyen; tienen narices, mas no huelen; Manos tienen, mas no palpan; tienen pies, mas no andan; no hablan con su garganta. Semejantes a ellos son los que los hacen, y cualquiera que confía en ellos. Oh Israel, confía en Jehová; Él es tu ayuda y tu escudo. Casa de Aarón, confiad en Jehová; Él es vuestra ayuda y vuestro escudo. Los que teméis a Jehová, confiad en Jehová; Él es vuestra ayuda y vuestro escudo. Jehová se acordó de nosotros; nos bendecirá; bendecirá a la casa de Israel;  Bendecirá a la casa de Aarón. Bendecirá a los que temen a Jehová, a pequeños y a grandes. Aumentará Jehová bendición sobre vosotros; sobre vosotros y sobre vuestros hijos. Benditos vosotros de Jehová, que hizo los cielos y la tierra. Los cielos son los cielos de Jehová; y ha dado la tierra a los hijos de los hombres. No alabarán los muertos a JAH, ni cuantos descienden al silencio; Pero nosotros bendeciremos a JAH desde ahora y para siempre.  Aleluya”.

 

El precioso Salmo 115 empieza declarando a Quién debemos rendir toda la gloria y toda la honra – al Nombre de Jehová, Dios nuestro. Y creemos que no hay ocasión más propicia para este fin que el tiempo del aniversario de una Iglesia cristiana. Es por eso que instamos a todos y a cada uno de nosotros a centrarnos en nuestro Hacedor para rendirle toda la gloria que Le es debida en estos 76 aniversarios.

 

Estamos haciendo recuerdo de muchos aspectos de nuestra historia y de nuestra identidad como Iglesia Local y sabemos que todavía nos quedamos cortos al intentar comunicar lo que han sido estos 76 años de existencia eclesiástica.

 

En nuestro seno hemos acogido muchas vidas preciosas que el Señor ha traído a ser parte de la familia de la fe de los que hacemos la PIEB. Nuestro corazón está agradecido al Señor por todos y cada uno de ellos que han trillado los pasillos, los programas, las celebraciones, las fiestas, los congresos, los encuentros y las escuelas de formación de liderazgo. Horas sin fin fueron dedicadas al servicio al Rey Jesús, nuestro Maestro y Señor, el Rey de toda la Tierra.

 

Valoramos el sudor, el esfuerzo y la dedicación de hombres y mujeres que entregaron sus vidas para alcanzar a los perdidos y para consolidarlos en el Reino de Dios. Nuestra firme convicción es que “nuestro trabajo en el Señor no ha sido ni es en vano”, por eso el apóstol Pablo nos insta a que sigamos firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre. (1 Corintios 15:58).

 

A lo largo de estos 76 años la PIEB ha sido parte del mover de Dios en nuestra ciudad y en nuestra Nación, contribuyendo para el crecimiento de Su Reino y en la expansión del Evangelio. Alabamos, pues, al Señor Jesús, por la comunión fraterna con la Iglesia de Cristo en nuestra ciudad y en toda Bolivia, pues Él nos ha dado la dicha de vivir un verdadero compañerismo cristiano con muchas denominaciones y congregaciones hermanas en la fe.

 

Hoy por hoy, exaltamos al Señor nuestro Dios por la dicha de ser parte del mover del Espíritu Santo, que levanta un pueblo nuevo, fuerte y ungido para alcanzar a nuestra generación. Nuestra vocación es innegociable y nuestra identidad se consolida continua y radicalmente en las bases de la Verdad de Dios, expresada en la Biblia Sagrada, nuestra única regla de fe y práctica.

 

Amados discípulos del Señor, que hacemos la PIEB, sigamos firmes y adelante, como Huestes de la Fe, confiados en la Promesas del Eterno y en la mirada de nuestro Dios que nos ve, nos protege, nos capacita y nos unge como “ministros competentes de la Nueva Alianza en Cristo Jesús, pues tal confianza tenemos mediante Cristo para con Dios; no que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios, el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica.(2 Corintios 3:4-6).

 

En el Amor del Señor y en la Lucha por el Reino, Alberto Magno y Gladys de Sales, sus pastores.