Pastoral 09 de Abril - Ap. Alberto Magno Sales de Oliveira
¡La Visión del Rey de Toda la Tierra!
También de varios departamentos de Bolivia vinieron los que, movidos por el Espíritu Santo y oyendo el toque de la Trompeta de Dios, desean el mover celular en sus vidas y ministerios. Además de eso, fueron muchos los líderes de nuestra Iglesia que se sumaron a este tiempo de avivamiento y poder que nos capacitó para avanzar en la conquista de nuestra Santa Cruz y nuestra Bolivia para Cristo.
A todos ellos deseamos que sean colmados de la Visión de Dios y de la sabiduría de lo alto para el ejercicio de la obra que el Señor nos ha entregado. Es tiempo de avanzar en los propósitos de Dios para esta tierra y somos los responsables por hacer prevalecer la Voluntad del Maestro en este tiempo.
En nuestro boletín pasado hemos presentado tres de los propósitos de la Visión del Rey de toda la Tierra:
- Amar a Dios con todo nuestro corazón.
- Amar al prójimo como a nosotros mismos.
- Ir y hacer discípulos.
Avancemos en los siguientes propósitos del Maestro para Su Iglesia:
Propósito cuatro – Bautizar.
En el texto griego de la Gran Comisión (Mateo 28:19-20), hay tres verbos en el gerundio: “yendo”, “bautizando” y “enseñando”. Cada uno de ellos es una parte fundamental del “hacer discípulos”. Yendo, bautizando y enseñando, son elementos esenciales en el proceso de levantar discípulos para el Señor Jesús. Son inseparables y parte de la misma comisión. Tal proceso no puede ser truncado ni hecho a medias.
Como cristianos somos llamados a “participar” y no apenas a “creer”. No fuimos hechos para vivir como llaneros solitarios, aislados del Cuerpo de Cristo. Por lo contrario, somos miembros del Cuerpo del Señor y cuando bautizamos a los discípulos, no solamente los llevamos a obedecer al Señor Jesús a través de esta ordenanza Suya, más los hacemos parte de la comunión de los salvos, de la unidad del Cuerpo, bajo el liderazgo de la Cabeza, Cristo Jesús.
Propósito cinco – Enseñar la obediencia.
La palabra que normalmente usamos cuando los referimos a este propósito es discipulado. Discipulado es un proceso de ayuda al pueblo de Dios, para que se haga más semejante a Cristo en pensamiento, sentimiento y acción (Romanos 8:29; Filipenses 2:5 y 1 Juan 2:6). Este proceso comienza cuando una persona nace de nuevo y continúa por el resto de su vida.
Como Iglesia del Señor Jesús no somos llamados solamente para alcanzar vidas, bien más a enseñarles todas las cosas que Él nos ha mandado. Es responsabilidad de la Iglesia desarrollar la madurez espiritual de los que llegan a la fe en Cristo. (Efesios 4:11-13).
CINCO PALABRAS CLAVES:
- Glorificar: celebramos la Presencia de Dios en la adoración;
- Misión: comunicamos la Palabra de Dios a través del evangelismo;
- Miembros: integramos la familia de Dios en nuestra comunión;
- Madurez: educamos el pueblo de Dios a través del discipulado;
- Ministerio: demostramos el amor de Dios a través del servicio.
Estos son los principales objetivos de una Iglesia en Células: traer vidas a Jesús y hacerlas miembros de la Familia de Dios, desarrollando en ellas la madurez según la semejanza de Cristo, y equipándolas para el ministerio de la Iglesia y para su misión en el mundo, con el fin de glorificar el Nombre del Señor Jesús.
¡No nos concentremos en hacer crecer la Iglesia a través de programas; concentrémonos en el crecimiento de las personas a través del discipulado!
En el Amor del Señor y en la Lucha por el Reino, Alberto Magno y Gladys de Sales, sus pastores.