Pastoral 06 AGOSTO 2023

“Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, y siete ojos, los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra. Y vino, y tomó el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono. Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos; y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra.”

Apocalipsis 5:6-10

¡Ha empezado algo nuevo en los cielos de nuestra Nación! ¡Algo distinto se ha establecido en la atmósfera de nuestro país! Tal y como nos dice Cantares 2:12: “Se han mostrado las flores en la tierra, el tiempo de la canción ha venido, y en nuestro país se ha oído la voz de la tórtola”.

Esto fue el resultado de la cita extraordinaria que tuvimos hasta ayer en nuestro XVIII Congreso de Rescate de la Nación – VENGA TU REINO, pues el pueblo de Dios se ha reunido como los protagonistas del cambio que Dios quiere hacer en nuestra Bolivia y ha levantado su voz profética para anunciar en alto y buen sonido que este es el tiempo del Espíritu de Dios, que se mueve poderosamente en cada departamento, pueblo, ciudad y metrópoli boliviana.

Algo nuevo ya se oye por todas partes y nos trae la confirmación de que “Dios ama Bolivia, de que Dios no se ha olvidado de Bolivia y de que el diablo no está en el control de Bolivia”. Las Buenas Noticias de Salvación y Avivamiento están por todas partes y tocan a todos los bolivianos y extranjeros que vivimos en el territorio nacional. Iglesias, Congregaciones, Misiones, Denominaciones y grupos cristianos todos estamos experimentando el mover del Espíritu Santo y las primeras gotas de la lluvia tardía ya se muestran más y más (Joel 2:21-27).

¡Amada Iglesia del Avivamiento, despierta y levántate! He aquí que tu Redentor vive y que fue inmolado y con Su sangre nos ha redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación. Los Cielos viven la expectativa del Día Final donde será consumado el Rescate de las naciones de la Tierra. Por ahora, nos toca el creer y el obrar en línea con nuestra fe, sabiendo que “la victoria que vence al mundo es nuestra fe” (1 Juan 5:4), pues “mayor es Aquel que está en nosotros que aquel que está en el mundo” (1 Juan 4:4).

Al retomar nuestras tareas y luchas diarias, tengamos en mente que Él nos ha traído a esta cita anual del Rescate de la Nación para que todos sintamos la gran responsabilidad que nos toca asumir ante los gigantes desafíos que enfrentamos.   ¡Bolivia es del Señor Jesús! Y que el Pueblo de Dios así lo declare y viva en línea con esta confesión. Como Pueblo de la Alianza del Calvario, tenemos una función beligerante contra las fuerzas de maldad que intentan destruir los principios y valores cristianos en nuestra gente, en nuestro pueblo. Como el profeta Eliseo, necesitamos saber que “más son los que están con nosotros que los que están contra nosotros”.

En este 06 de Agosto, día de la Patria, avancemos proclamando que Bolivia tiene dueño y Él es el Señor Jesucristo, pues recibió del Padre la autorización para eso. Así nos dice el Salmo 2:8 – “Pídeme, y te daré por herencia las naciones, y como posesión tuya los confines de la tierra”. Para eso estamos aquí, como pueblo de la Alianza con el Dios Eterno Todopoderoso, firmada en la Sangre del Cordero y sellada por el Espíritu Santo de Dios. Fuimos plantados en esta Tierra y tenemos Visión, Misión y Propósito. Somos los que cantamos con toda osadía: “He decidido seguir a Cristo. No vuelvo atrás”. Además, cantamos: “Dios no nos trajo hasta aquí para volver atrás. Nos trajo aquí a poseer la Tierra que nos dio”.

En este Post-Congreso de Rescate de la Nación sigamos firmes y adelante, como huestes de la fe, que Jesús nos ve, con la firme convicción de nuestra misión y de la vocación a que fuimos llamados en Cristo Jesús.

En el Amor del Señor y en la Lucha por el Reino, Alberto Magno y Gladys de Sales, sus pastores