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Jesús Desea que Usted Deje que el Espíritu Santo Guíe su Vida

Jesús Desea que Usted Deje que el Espíritu Santo Guíe su Vida

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Memoricemos: Efesios 5:18. “No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu.”

ESTUDIO # 24

Introducción

El Espíritu Santo pasó a hacer parte de nuestras vidas en el momento en que hemos aceptado a Jesucristo como Señor y Salvador. La promesa de la habitación del Espíritu Santo en la vida del cristiano nos fue entregada por el Señor Jesucristo cuando dijo: “Y yo rogaré al Padre y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de Verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no lo ve ni lo conoce: pero vosotros lo conocéis, porque vive con vosotros y estará en vosotros” (Juan 14: 16,17). “En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuiste sellados con el Espíritu Santo de la promesa” (Efesios 1:18).

 

Por lo tanto, cada cristiano necesita dejar que el Espíritu de Dios lidere y controle toda su vida. Examinemos los siguientes versículos bíblicos y permitamos que el mismo Espíritu Santo nos revele lo relevante que es este tema en la vida de un hijo de Dios.

 

  1. Según el texto de Romanos 8:9, después que la persona es salva, ¿quién es el que pasa a habitar en ella? Pero vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios está en vosotros.”

 

  1. ¿Qué prometió Jesucristo a los creyentes en Juan 14:16-17?

16Y yo rogaré al Padre y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: 17el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no lo ve ni lo conoce; pero vosotros lo conocéis, porque vive con vosotros y estará en vosotros.” 

 

  1. ¿Por cuánto tiempo el Espíritu Santo habitará en los cristianos, según Juan 14:16?

 

  1. ¿Quién nos da la seguridad de salvación, según leemos en Romanos 8:16?

El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.” 

 

  1. Según Efesios 5:18, ¿qué desea Dios para cada creyente? No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu.”

 

  1. ¿De qué manera podemos entristecer al Espíritu Santo? Leamos Efesios 4:30-32.

 “Y no entristezcáis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería, maledicencia y toda malicia.”

  

  1. Si el Espíritu Santo llena y controla su vida, ¿qué cualidades Él producirá en usted? Leamos juntos Gálatas 5:22-23:

“Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.”

    

  1. El Señor Jesús desea que seamos verdaderos testigos de Él. ¿Quién, pues, es el que nos da valor y poder para testificar de Cristo? Leamos Hechos 1:8:

“Pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra.” 

 

  1. Leamos los siguientes versículos:

Juan 14:17El Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no lo ve ni lo conoce; pero vosotros lo conocéis, porque vive con vosotros y estará en vosotros.”

Juan 14:26Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas y os recordará todo lo que yo os he dicho.”

Juan 16:13 – Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga y os hará saber las cosas que habrán de venir.”  

Ahora respondamos:

  1. ¿Es el Espíritu de Dios confiable? ¿Por qué?
  2. ¿Podemos confiar en su guía y dirección?

 

  • ¿Qué nos acredita la guía del Espíritu Santo, según Romanos 8:14?

Todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, son hijos de Dios.” 

 

 

 

 

Conclusión

 

No hay mayor privilegio para un cristiano que el de contar con la presencia, la ayuda y la protección del Espíritu Santo de Dios en todos los momentos de su vida. Agradezcamos al Señor por tan precioso don y gracia para con nosotros.